martes, noviembre 02, 2010

LA SOMBRA sanar nuestras partes oscuras








La sombra está conformada por aquellos aspectos oscuros de nuestra psiquis que negamos de nosotros mismos, lo que no aceptamos porque nos resulta contrario a los mandatos familiares, culturales y sociales. Puede contener también potencialidades, talentos, no desarrollados. El encuentro con la sombra es un paso necesario en el camino de individuación que plantea Jung. Es el enfrentamiento del héroe con sus ogros, dragones y monstruos varios.

El hombre contemporáneo construye una imagen de sí mismo que poco tiene que ver con quien verdaderamente es. Niega su oscuridad pero en algún lugar tiene que ubicarla por ende la proyecta: el otro es el enemigo, el “distinto”. Así las sociedades conforman su sombra colectiva siendo los receptáculos de aquella las minorías étnicas, sexuales, religiosas, etc. Vivimos en una cultura que nos coloca todo el tiempo afuera de nosotros mismos. Pone a nuestra disposición tanto entretenimiento y contaminación visual que no alcanzarían las horas del día para poder absorberlo todo. Así el hombre contemporáneo enajenado de sí mismo y de sus pares se disocia cada vez más de su esencia y busca llenar su vacío existencial con más distracciones o con actividades que superen el dolor de estar separado de todo y del todo.

Hacerse cargo de la sombra puede ser una experiencia devastadora y por lo tanto es lógico que se sienta temor y rechazo. Así es como muchas personas transitan la vida sin encontrarse con su otro yo, con su gemelo oscuro que habita en el Hades esperando algún día poder salir a la luz. Negar la sombra es entonces negarse a uno mismo, vivir una existencia limitada. El primer paso para limpiar el sótano de nuestro aparato psíquico es reconocer nuestra cara oscura, luego aceptarla y finalmente transmutarla. Dice William Miller en el libro “Encuentro con la Sombra” que podemos detectar nuestra sombra de varias maneras: a) poniendo atención al feedback que tenemos de los demás, b) analizando nuestras proyecciones c) examinando nuestros lapsus verbales d) investigando nuestro sentido del humor e identificaciones e) trabajando en nuestros sueños, ensueños y fantasías. Podemos trasmutar una actitud destructiva en otra productiva. Una persona que miente compulsivamente puede transformar su necesidad de inventar historias que le acarrean problemas personales por escribir guiones de cine, cuentos, etc. La sombra contiene un gran caudal de energía vital que se encuentra dormida en nuestro interior. La palabra daimon en griego significa energía vital. Es significativo que daimon en nuestra cultura judeo-cristiana este asociada al demonio, al mal, al igual que el ouroboros (la serpiente que se muerde la cola) que simboliza al falo fertilizador que se regenera a sí misma. Así lo observa el mitólogo norteamericano Joseph Campbell, autor del libro “El héroe de las mil caras” entre otros, cuando concluye que nuestra cultura tiende a darle cualidad de negativo o indeseable al aspecto creativo y vital de la vida.

Integrar la sombra puede otorgarnos una gran vitalidad, mejorar nuestros vínculos al apropiarnos de nuestras proyecciones y hacer nuestra existencia mas plena y verdadera. El efecto positivo de esta integración en el hombre individual tendría necesariamente un efecto a nivel colectivo otorgando como resultado sociedades más sanas y menos violentas.