viernes, julio 24, 2009

Los arquetipos del tarot y los sueños



LA ESTRELLA – LA TORRE

Dice J. Campbell que el mito es el sueño público mientras que el sueño es el mito privado. En ese sentido, los arquetipos del inconsciente colectivo se manifiestan en sueños cuando el hombre urbano, tan ajeno al cosmos, se entrega al sueño y “Morfeo” dios del sueño para los griegos, lo lleva a otro plano en el que se habla otro lenguaje.
Podemos encontrar un paralelismo entre los sueños típicos y algunos arcanos del tarot, obviamente cada soñante es un mundo aparte y no tenemos que hacer una interpretación simplista. Sin embargo, si todos compartimos el mismo inconsciente colectivo no es extraño que las temáticas de los sueños se repitan y en el material simbólico podamos encontrar un hilo conductor.
En el arcano XVII “La Estrella” encontramos símbolos muy ricos que habitualmente se encuentran en los sueños más comunes entre las personas.
La protagonista de la imagen es una mujer desnuda, que se encuentra en medio de un jardín. Ella está en silencio, volcando el agua de dos cántaros en el río. Por detrás de ella se encuentran dos árboles, sobre uno de ellos hay un pájaro, en la parte superior encontramos una estrella circundada por otras siete más pequeñas.
Fundamentalmente podemos relacionar a este arcano con los sueños típicos de la desnudez. Generalmente en estos sueños la persona se ve a sí misma desnuda, en medio de la calle o un lugar público, siente vergüenza, temor, angustia, ante la mirada de las demás personas. Sin embargo, los otros se muestran indiferentes ante la desnudez. Desde el punto de vista junguiano, la ropa representa la máscara, la herramienta mediante la cual operamos en el mundo y ocultamos nuestro auténtico ser. La máscara es el puente entre la conciencia individual y la sociedad. En el arcano “La Estrella” el ego viene de sufrir un gran impacto. “La Torre” fue destruida y en ese colapso fue desalojado. Recordemos que en este arcano son dos personas: un hombre y una mujer quienes resultan expulsados de esta construcción humana. Estas dos personas son arrojadas vestidas. En el arcano siguiente “La Estrella” aparece desnuda. La divinidad libera a estas personas de sus estructuras involucionadas que las apartaban de lo divino. El ego que se había erigido en dios debe ser ahora puesto en su lugar. Por ende la persona se encuentra desnuda, despojada de sus ropas, libre de su máscara, mandatos sociales, familiares, culturales. En ese sentido el autor Jorge Sergio en su libro “Teorema de los Sueños” compara la interpretación de este sueño proporcionada por Freud y la mirada desde optica de la psicología de Jung.
Podemos decir entonces que quienes se sueñan desnudos pueden llegar a estar necesitados o en proceso de liberarse de su máscara y conectarse más profundamente con su verdadero ser. El sueño puede representar una etapa de transición en la cual el self “presiona” para que la persona mire en su interior, se libere de viejos condicionamientos del pasado y resignifique su destino en virtud de una conexión más amplia con su propio ser y con el universo en general.
Volviendo al arcano “La Torre” en su investigación Jorge Sergio da varios ejemplos de sueños en los cuales los soñantes suben a una torre, azotea o directamente vuelan, en algunos casos no saben cómo bajar o caen, también hay ejemplos de sueños en los cuales las personas suben escaleras y no llegan a ninguna parte. Pienso que estos sueños representan situaciones atribuibles al arquetipo que involucra “La Torre”, quizás el mensaje del inconsciente sea advertirnos del peligro de la inflamación del ego, la cristalización de la máscara, que nos ha dejado en un lugar del cual ya no encontramos cómo bajar. El hecho de subir escaleras que no conducen a ninguna parte tiene que ver con la problemática de la Torre antes de la caída. El ego sobrevalorado, que emprende una carrera quien sabe adónde, nos separa del resto y de nosotros mismos, y por ende no conduce a ningún lado, lo único que resta esperar es una caída que en muchos sueños se efectúa en una pileta de natación, un lago, un espacio acuoso en donde regenerarse y volver a empezar.